miércoles, 25 de octubre de 2017

Alfonso Pedraza, una bala en Vitoria

Dicen los entrenadores que un mal comienzo de temporada puede marcar el resto del curso. Y eso parece que puede llegarle a suceder al que quizás fuese el equipo revelación la campaña anterior. El Deportivo Alavés, que disfrutó de una comodidad placentera en el campeonato liguero y soñó con la gloria plantándose en la final de la Copa del Rey, vive ahora días más delicados, después de su pésimo inicio de temporada, agravado por la multitud de cambios que ha sufrido en su plantilla. Empezando por el comandante, un Mauricio Pellegrino que destacó como uno de los técnicos a seguir, y siguiendo por jugadores claves como Kiko Femenía, Zou Feddal, Theo Hernández, Marcos Llorente, Víctor Camarasa, Édgar Méndez o Deyverson, el bloque alavesista ha sufrido una transformación radical. El preparador argentino Luis Zubeldía no dio con la tecla y duró pocas jornadas en el cargo, y la nave vitoriana la dirige ahora un experimentado Gianni de Biasi. No todo son malas noticias en el 'Glorioso', ya que también han aterrizado jugadores en los que confiar una reacción, como Bojan Krkic, Munir, Álvaro Medrán o nuestro protagonista de hoy, Alfonso Pedraza, 21 años, (4 de Abril de 1996, Córdoba, España), que se está convirtiendo en uno de los baluartes de este nuevo Alavés.

Pedraza es otro de los jóvenes talentos captados por la siempre bien trabajada cantera del Villarreal. Allí se ha formado desde 2011, hasta que la temporada pasada estuvo cedido en el Lugo medio año, donde destacó sobremanera, y el resto del curso en el Leeds United. Ahora, también en calidad de cedido, trata de asentarse en la élite de la mano del Alavés.


¿Cómo juega Alfonso Pedraza?

Lo primero que hay que comentar de Pedraza es que es un futbolista de banda izquierda, que en este Alavés comenzó haciendo las veces de lateral o carrilero, pero sus problemas en fase defensiva y el cambio de técnico le han situado en las últimas semanas como extremo, en el dibujo de 4-2-3-1 que plantea De Biasi para atacar, que se transforma en un 4-5-1 a la hora de defender. Desde el sector izquierdo del ataque prácticamente está monopolizando todas las jugadas ofensivas del Alavés, que le busca continuamente, formando un triángulo entre Medrán, Munir y el propio Pedraza. En dicho triángulo radica el mayor flujo de asociación del Alavés, conformando el principal arma ofensiva de este conjunto y uno de los argumentos más utilizados para dañar al rival. El Alavés es un equipo que pone en liza un repliegue muy bajo, por lo que Pedraza tiene que partir desde muy atrás para llegar a los últimos metros, algo en lo que le ayuda que sea un jugador de bastante recorrido, veloz y con zancada amplia. Su equipo pasa muchos minutos guardando la posición y sin tener la pelota, ahí se muestra como un jugador ordenado, intenso y agresivo en la marca, no duda en encimarse en la presión o ir al suelo para arrebañar la pelota, en ocasiones con demasiado ímpetu y cometiendo falta.

Físicamente es un jugador espigado, fuerte y de bastante potencia, que exhibe especialmente en carrera, donde es muy difícil de superar en el cuerpeo por el rival, acostumbrando a desbordar por velocidad y poderío. No posee una técnica exquisita, pero sí una buena conducción de la pelota en carrera, de hecho, una de sus jugadas favoritas es llegar desde atrás portando el balón, desequilibrar y llegar hasta línea de fondo, para una vez ahí buscar al delantero con el pase atrás, fuerte y raso. Posee un buen golpeo desde media distancia, por lo general a poca altura y más dotado de fuerza que de colocación. Tiene capacidad para aparecer muy cerca del portero rival y generar ocasiones muy claras, aunque, de momento, el gol se le resiste esta temporada.

Zurdo cerrado, no utiliza prácticamente nunca la pierna derecha. Aún tiene que pulir bastantes cosas, como la regularidad, ya que es habitual que durante los partidos pase fases muy prolongadas sin incidir en el mismo. Aún así, en un equipo que está produciendo sumamente poco, y cuya dinámica es muy negativa, el trabajo, la fuerza, el recorrido y las cabalgadas por banda izquierda de Alfonso Pedraza, se están convirtiendo en uno de los escasos chispazos de ilusión que alimenten a la siempre animosa afición alavesista y le hagan tener vivo el sueño de seguir una temporada más entre los mejores equipos del país.