Hace algunos meses hablábamos sobre Huracán, y la final de
Copa que le llevó a levantar un título más de cuatro décadas después. Ahora, el
globo ha regresado a la Primera División y también ha vuelto a la máxima
competición a nivel de clubes de Sudamérica, la Libertadores, en la que compite
por segunda vez en su historia. Los de Néstor Apuzzo caminan cerca de la mitad
de tabla en liga y pelean por meterse en la próxima fase de la Libertadores. Tienen
razones para ilusionarse, y a los jugadores de más jerarquía del plantel, como
Díaz, Vismara, Toranzo o Ábila, se une un joven que empieza a destacar
sobremanera. Su nombre es Alejandro Romero Gamarra, 20 años, (11 de Enero de
1995, Ciudadela, Buenos Aires, Argentina), y es una de las sensaciones de este
Huracán.
Alejandro probó en las inferiores de River, pero no
permaneció. Se enroló en la disciplina de Huracán para jugar en la novena
división, y desde entonces no ha parado de crecer en Parque Patricios, hasta
que hiciera su debut con el primer equipo. Fue en la B Nacional, en un choque
frente a Crucero del Norte que Huracán venció 0-1 y de la mano del turco Mohamed.
Apuzzo, que le conoce bien de los escalafones inferiores, apostó por él en el
maravilloso 2014 del globo, colaborando con el título de copa y también con el
ascenso a Primera, anotando un gol en el partido de desempate frente a Atlético
Tucumán. Sus buenas actuaciones en este inicio de campaña le han servido para ser preseleccionado por el combinado argentino sub-20.
¿Cómo juega Romero Gamarra?
Romero Gamarra es el talento en estado puro, el descaro,
viveza e ingenio del chaval de barrio extrapolado a un terreno de juego.
Gamarra se convierte en uno de los factores diferenciales de Huracán desde la
línea de mediapuntas, que Apuzzo colma de talento con variantes como Toranzo,
Puch, Montenegro o Espinoza, además del propio Alejandro, con el objetivo de
desarbolar al rival y abastecer de balones a ‘Wanchope’ Ábila.
Habitualmente parte desde un costado, por lo general el
izquierdo, pero también puede hacerlo desde la derecha. Lo hace muy pegado a la
línea de banda, aunque con frecuencia busca adentrarse hacia el carril central,
tanto con balón como para ofrecerse y tratar de participar en la elaboración de
los ataques. Colaborador y bastante activo en la presión alta que ejerce
Huracán, tampoco tiene inconvenientes para mostrar ayudas en fase defensiva a
su lateral, aunque aún tiene que mostrar más compromiso en esta faceta. Gamarra brilla entre líneas, evadiéndose de una posición fija,
buscando espacios y cuando los ataques de Huracán se vuelven contragolpeadores
y vertiginosos.

Muy bajito, apenas 1,71 metros de altura y de complexión
bastante delgada, quizás esta sea su principal carencia, ya que tiene pocos
argumentos para escapar del cuerpo a cuerpo con el rival cuando este le encima
en espacios reducidos, por lo que
Gamarra busca evitarle por velocidad y movimientos muy rápidos,
enfocando la jugada hacia su punto fuerte, el manejo de balón, y tirando de una
gran agilidad en el ajetreo de su cuerpo que también le posibilitan engañar al
defensor en el regate, invitarle a ir por un lado y al final salir con el balón
por el otro. Tiene cierta facilidad para hacer gol, aunque dispone de
cualidades para potenciar su llegada al área rival e ir mejorando
progresivamente sus registros goleadores.
Con las lógicas lagunas de irregularidad en estas edades, la personalidad y desparpajo del joven Gamarra están fuera de
toda duda, mientras su peso en el juego de Huracán no hace más que aumentar y
progresar con el paso de los partidos, algo que es de esperar que no pase
desapercibido y provoque las llamadas de otros clubes. El conjunto ‘quemero’ le
firmó su primer contrato profesional en 2012 y se lo revisó a finales del año
pasado, extendiendo su unión con el globo hasta Diciembre de 2016.
Muy buen post ! te paso el mio para que lo veas y me sigas por favor un abrazo ! http://lautaronehuen.blogspot.com.ar/
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