jueves, 31 de enero de 2013

Juan Fernando Quintero, el talento paisa

Desde hace varias semanas se disputa en Argentina el Sudamericano sub-20, un torneo que cada vez cuenta con más adeptos entre los 'cazatalentos' del mundo futbolístico. Una vez acabe la competición, comentaremos de forma más detenida todo lo que ha dado de sí la misma, pero en este artículo nos queremos detener en el que probablemente sea el futbolista más talentoso de este Sudamericano. Su nombre, Juan Fernando Quintero Paniagua, de apenas 20 años, (18 de Enero de 1993, Medellín, Colombia), que conjuga a la perfección calidad y precocidad. Su proyección empieza a quemar etapas a velocidad de vértigo, tanto que el pasado verano aterrizó en el viejo continente, más concretamente en el Pescara, de la Serie A italiana.


Apenas 6 meses antes de llegar a Italia, Quintero, formado en el modesto Envigados, había firmado por el Atlético Nacional de Medellín. La brevedad de su estancia en el conjunto verdolaga se debió a sus buenas actuaciones, pese a que al principio le costó hacerse un hueco. Apareció y deslumbró, nada nuevo para él. Entre tanto jugador de físico poderoso y musculo desarrollado, Quintero se presenta en escena con menos de 170 centímetros de altura y desplegando un arsenal de quiebros, amagos y fintas, movimientos sumamente particulares. Es diferente. Por momentos da la sensación de bailar, sobre y alrededor de la pelota. Lujos nada superfluos, pues en numerosas ocasiones esos vaivenes le ayudan para salir de la presión del adversario.

Quintero juega, y lo hace muy bien, pero sobre todo destaca la capacidad para hacer jugar al resto de sus compañeros, para generar fútbol. Volante zurdo de perfil netamente ofensivo, puede jugar tanto escorado ligeramente al costado izquierdo, como en el enganche, posición que otorga la libertad de movimientos que su fútbol requiere para ser el conector ideal entre los mediocentros y la delantera. Tampoco es raro verle recibir en la medular para ayudar a construir en el inicio de la jugada. Con el balón cosido al pie, por momentos resulta asombrosa su facilidad para sacarse rivales de encima. Su zurda, amén de una técnica individual exquisita, también aguarda una notable habilidad en el golpeo, que deja entrever especialmente en las jugadas a pelota parada.

Demuestra una gran personalidad en todo momento. No se esconde, siempre se ofrece y la pide. Es habitual que todas las jugadas de ataque pasen por sus botas. Busca y asiste, tanto al pie como al espacio. Uno de sus recursos más empleados es elevar la bola por encima de los defensores en busca de los puntas. Cuando levanta la cabeza, el rival tiembla. E incluso cuando parece que sus ojos no alcanzan el pase deseado, es capaz de colocar asistencias de gran precisión. Su visión de juego es el socio que cualquier atacante desea tener. Tiene llegada y cierta facilidad para hacer gol, pero la generosidad es otra de sus características, y no es extraño que priorice el asistir antes que rematar. No se le ve reclamar en demasía, no hace demasiados aspavientos y no demuestra ese toque de arrogancia que a veces si poseen esos jugadores que son claros referentes en sus equipos, como lo es Quintero en esta Colombia sub-20.

Internacional con la absoluta cafetera, su protagonismo en este Sudamericano a buen seguro le hará ser tenido en cuenta por algún que otro coloso del fútbol europeo. El Pescara, que en verano pagó apenas 2 millones de dólares por su pase tras la marcha de Marco Verratti al PSG, se frota las manos ante la magnitud que 'Quinterito' puede alcanzar, mientras el joven sigue moviendo los hilos de la que promete ser otra gran hornada de futbolistas colombianos.

martes, 15 de enero de 2013

José Antonio Delgado Villar, Nono

'Carpe Diem', el tópico latino que significa “disfruta el momento”, es la filosofía que deben estar pensando adoptar en Sevilla, donde después de mucho sufrir, el Real Betis Balompié camina a velocidad de crucero en pos de saciar a una hinchada con ansias de alegría. En la actualidad, la escuadra verdiblanca es uno de los edificios más relucientes del panorama nacional, pero apenas 2 años y medio atrás, era un solar, acuciado por las deudas, con un equipo en Segunda y un mandamás que maltrataba a la infantería heliopolitana. En este terreno desolador aterrizó Pepe Mel, con la mochila cargada de ilusiones y el horizonte repleto de problemas. No se arrugó. Se puso el mundo por montera, encarando y superando cada adversidad diaria que se le presentaba. Limpió al vestuario de esa dejadez y falta de implicación que se había instaurado en un club con unas bases caducas y obsoletas. Consciente de la idiosincrasia de la institución y de la sensibilidad del bético, su total compromiso fue el fichaje más necesario. Escaló cada peldaño hasta situar al equipo en la categoría que le corresponde. La temporada pasada, con un fútbol vistoso, y la irregularidad instalada en los resultados, tuvo momentos complicados que incluso hicieron temer por su puesto, pero siempre consiguió rehacerse y alcanzar la permanencia sin ningún apuro. Ambición y mesura en su discurso, otorgarle protagonismo a cualquier jugador que le responda en el césped, independientemente de su edad o procedencia, son otras de sus señas de identidad. A falta de potencial monetario, Pepe Mel mira a la cantera. De hecho, hasta 13 canteranos han debutado a las órdenes del técnico madrileño en los 30 meses que lleva al frente del banquillo verdiblanco. Uno de los últimos en aparecer en escena ha sido José Antonio Delgado Villar, más conocido como Nono, 19 años (30 de Marzo de 1993, Puerto de Santa María, Cádiz, España).

Se puede decir que Nono echó andar con una pelota, ya que cuando contaba tan solo con 4 años empezó a jugar al fútbol en la escuela del Puerto de Santa María, desde donde se trasladó a Mallorca. Posteriormente volvió a su pueblo natal para jugar durante 4 campañas en el Safa, club que le valió para dar el salto a la cantera del Atlético de Madrid, en la que permaneció un año. A partir de ahí, en categoría cadete ingresó en la residencia de canteranos del Real Betis, en la que se ha formado como futbolista ascendiendo por los diferentes equipos inferiores verdiblancos. La temporada pasada, aún siendo juvenil, Risto Vidakovic le hizo debutar con el filial bético, dándole una confianza a la que el canterano supo responder con creces, convirtiéndose en un futbolista importante para el Betis B. Sus buenas actuaciones no pasaron desapercibidas para Pepe Mel, que le dio la oportunidad de enfundarse por primera ver la camiseta del primer equipo en el Sporting - Betis disputado en El Molinón, en uno de los últimos encuentros de la pasada temporada. No fue la última aparición antes de que acabase la campaña, ya que también tuvo minutos ante el Barça, cuajando minutos más que interesantes. Nono ha sido internacional con la selección española en categorías inferiores, con la que es campeón del europeo sub-19 celebrado en Estonia, aunque no disputó ningún minuto. También se estrenó en 2012 con la sub-20, con la que incluso llegó a anotar un gol en su debut. Ahora es pieza clave en el segundo equipo bético, en el que ha tomado muchos galones, y un recurso habitual para el técnico del primer conjunto, con el que en el presente ejercicio ya ha participado en 7 choques. El verano anterior renovó su contrato con el Real Betis hasta Junio de 2013, con la posibilidad de prorrogarlo durante 3 temporadas más.

Hay jugadores que parecen no pesarle la responsabilidad, como si tuvieran una cualidad especial que les hace soportar e incluso superar la presión con total normalidad. Nono es uno de ellos y eso lo hemos podido comprobar cada vez que ha jugado con el primer equipo del Betis. Independientemente de la categoría en la que le toque jugar, posee la capacidad de demostrar su fútbol de igual forma, dando una lección de enorme personalidad. Es un centrocampista en el más amplio sentido de la palabra, pues puede desenvolverse tanto como volante ligeramente escorado a la derecha, como por delante de los pivotes, pero donde más cómodo se encuentra es en la posición de mediocentro, haciendo las veces de creador. Nono es de los que juegan con el cuchillo entre los dientes, puede estar más o menos acertado, pero jamás se le verá amilanarse ni esconderse, tanto con balón, donde se ofrece en todo momento y reclama protagonismo, como sin él, donde hace una gran labor en la presión, nunca rehuye ir al choque y su físico medio, 1,78 metros de altura y unos 72 kg de peso, no le impiden zafarse en el cuerpo a cuerpo, lo que también le permite ser un buen recuperador. Diestro, con muy buen manejo de balón, está dotado de una notable calidad técnica. De fuerte carácter, tiene capacidad para ser el eje del equipo y adquirir dotes de mando. Siempre bien colocado, su buena visión de juego le posibilitan distribuir con gran criterio. Otra de sus virtudes es el golpeo de balón, que hacen que sea el ejecutor de las jugadas a balón parado, tanto corners como faltas, en la que ya ha dejado algún que otro gol en el filial. En pleno crecimiento, mientras se foguea a caballo entre el filial y el primer equipo, su techo aún parece muy lejano. Quién sabe si el Betis tiene en casa al sustituto ideal del codiciado Beñat, pero mientras tanto, el joven Nono aspira a hacerse uno de los fijos en un equipo al que Pepe Mel está haciendo brillar con luz propia.