lunes, 3 de septiembre de 2012

Lucas Digne

Desde que el año pasado aterrizaran sus nuevos propietarios árabes en París, el PSG ha protagonizado una revolución económica y deportiva que le ha situado en el primer plano del fútbol mundial, sin necesidad de cosechar título alguno. Los fichajes de Javier Pastore o Kevin Gameiro fueron la carta de presentación del 'nuevo rico' del fútbol europeo. No había otro objetivo que dominar Francia y hacer algo grande en la Europa League, pero ni lo uno ni lo otro, y la desilusión en el Parque de los Principes fue brutal. Este verano, nuevamente con el talonario como actor principal, las llegadas de Thiago Silva, Ezequiel Lavezzi y sobre todo Zlatan Ibrahimovic, hacen que conquistar la liga haya dejado de ser un reto, ni tan siquiera un objetivo, para convertirse en una obligación. Todo lo que sea no ganar o incluso arrasar en la competición doméstica, será considerado como un fracaso sin parangón, pero sabiendo que la Ligue 1 tiene el 'don' de la imprevisibilidad y la habilidad de destrozar pronósticos, nada es descartable. Amén de la posibilidad de que aparezca el enésimo 'tapado', en las quinielas para destronar a un Rey, sobrado de poder adquisitivo, pero cuya corona pertenece al heroico Montpellier de Rene Girard, aspiran un Lyon muy venido a menos en los últimos tiempos, un Marsella que se presenta como una total incógnica, y un trabajado Lille, que ya alcanzó la gloria hace dos temporadas. Precisamente el conjunto de Rudi García está de enhorabuena, ya que disputará nuevamente la Champions tras apear, mediante muchísimo esfuerzo, al Copenhague. 'Les dogues' han perdido a su gran estrella, un Eden Hazard que ahora brillará en el Chelsea, pero se han reforzado con jugadores de nivel, como Salomon Kalou, y sobre todo el talentoso Marvin Martin, la gran inversión de esta temporada y en el que hay depositadas grandes esperanzas tras deslumbrar en el Sochaux. A ello suman calidad con Mathieu Debuchy o Dimitri Payet, experiencia con Florent Balmont y Rio Mavuba, y la necesaria dosis de juventud, que aportaran jugadores como el prometedor Djibril Sidibé o Lucas Digne, 19 años, (20 de Julio de 1993, Meaux, Francia). 

La confianza es algo fundamental para un futbolista, más si cabe cuando se trata de un jugador joven, y a Lucas Digne le han demostrado este verano más que nunca, que creen en sus posibilidades, al pasar a ser definitivamente jugador del primer plantel del Lille. Antes de esto, Digne se había formado en el club norteño desde que ingresó en sus equipos menores con apenas 12 años. Previamente había militado en el Mareuil-sur-Ourcq y en el Crépy-en-Valois, en los que permaneció 3 años en cada equipo. Su proyección no ha pasado desapercibida para los técnicos de los equipos inferiores de la selección francesa, con la que ha sido internacional en categoría sub-16, sub-17, sub-18 y sub-19. Precisamente con ésta última, disputó el pasado mes de Julio el Europeo celebrado en Estonia, en el que el combinado galo consiguió un tercer puesto tras ser eliminado por España. Con el primer equipo del Lille debutó a principios de la campaña pasada, disputando un total de 16 encuentros, 13 de ellos como titular, permaneciando durante todo el curso alternando el equipo profesional con el filial. Ahora parte como titular para Rudi García, que lo ha utilizado de inicio tanto en los dos partidos de la previa de Liga de Campeones, anotando un gol en el partido de vuelta que forzó la prorroga, como en este comienzo liguero. Digne firmó su primer contrato profesional con el Lille en el verano de 2010, pero en Enero de este mismo año, dicho contrato fue revisado y ampliado hasta 2016, dando buena muestra de la fe que tienen los dirigentes del club en sus cualidades.

Lucas Digne es un lateral izquierdo, al que también podríamos catalogar como carrilero, ya que posee un enorme recorrido por todo el flanco zurdo. De buena presencia física, 1,78 metros de altura y unos 74 kg de peso, Digne es un lateral que ya a simple vista llama la atención por su tremenda vocación ofensiva, de hecho es habitual verle muy adelantado cuando su equipo tiene la pelota, aunque esta esté en zona defensiva. Aporta una gran salida de balón desde atrás, ya sea combinando o atreviéndose a salir con el esférico controlado. Su amplia zancada le ayuda a incorporarse continuamente al ataque, por lo que es frecuente verle llegar en numerosas ocasiones a la línea de fondo e incluso pisar el área rival. Defensivamente se muestra atento y cumplidor en la marca, siendo difícil de superar en el uno contra uno, aunque como aspecto a mejorar presenta la correción que debe llevar a cabo en el repliegue, ya que sus incontables subidas provocan que el atacante contrario le pueda pillar la espalda en más de una ocasión a lo largo del partido, algo que intenta subsanar con su velocidad para volver a la parte defensiva. De notable técnica, no se le apaga la luz cuando hace acto de presencia en el ataque, más bien todo lo contrario, ya que se encuentra muy cómodo llegando desde atrás, lo que le lleva casi instintivamente a marcarse continuas galopadas hacia arriba, haciendo gala una y otra vez de su ofensividad. En una temporada que presenta un alto grado de ilusión para el Lille, a los ya citados 'cracks' del equipo galo, habrá que estar muy atentos a la irrupción por el ala izquierda del joven Digne.

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