miércoles, 25 de abril de 2012

Rémy Cabella

A escasas jornadas para llegar al punto y final en la mayoría de las grandes ligas, podemos decir que en cada uno de los campeonatos europeos ha habido un equipo revelación. En España, ese papel lo ha jugado el Levante, cuyo objetivo era la permanencia a principios de temporada y con un plantel plagado de jugadores veteranos y otros semidesconocidos, está peleando de tú a tú por la clasificación a la Champions con clubes de presupuestos muchísimo mayor como Valencia o Málaga. La Premier tiene esta temporada como equipo “sorpresa” al Newcastle, que si bien es uno de los históricos de Inglaterra y con una gran masa social tras de sí, no partía con aparentes posibilidades de colarse en ese “top four” que da derecho a estar en la máxima competición continental a nivel de clubes la próxima campaña. Trasladándonos a la Bundesliga, podríamos decir que el equipo que ha irrumpido entre los grandes de forma inesperada ha sido el Borussia Mönchengladbach, que durante gran parte del curso estuvo luchando por el primer puesto junto a Borussia Dortmund y Bayern, y que jugará la ronda previa de la próxima Liga de Campeones. Pero sin dudas, si hay que elegir al equipo revelación con mayúsculas del fútbol europeo, ese es el Montpellier. Un equipo humilde, mezcla de juventud y experiencia, que de la mano del técnico René Girard ha conseguido un grupo muy sólido, que se ha afianzado en lo más alto de la clasificación, disputándole el primer puesto al multimillonario PSG, con la posibilidad de conquistar para sus vitrinas el primer título liguero de su historia. Del compacto conjunto montpellerino destacan sobre todo dos futbolistas, que se han convertido en sus máximos estandartes y cuya cotización en el mercado sube como la espuma. Se trata del “killer” y máximo realizador del campeonato, Oliver Giroud, y del mediapunta franco-marroquí Younés Belhanda. Pero además de sus dos estrellas, también cabe destacar el papel de jóvenes como Mapou Yanga Bwiga, Karim Aït-Fana, o nuestro protagonista de hoy, que no es otro que Rémy Cabella, 22 años, (9 de Marzo de 1990, Ajaccio, Francia), que en su primera temporada en el primer equipo del Montpellier se ha destapado como una de sus perlas de mayor futuro.

De origen transalpino por parte de padre, Rémy Cabella comenzó a darle patadas a un balón en el equipo de su ciudad natal, el Ajaccio, en el que se inició con apenas 3 años de edad y permaneció hasta los 14, cuando los técnicos de los escalafones inferiores del Montpellier se fijaron en él para que se incorporara al club sureño. En los equipos menores del MHSC se fue formando, hasta que en 2009 firmó su primer contrato profesional, tras despuntar de forma notoria en categoría juvenil. Cabella tuvo una grave lesión de rodilla que detuvo bruscamente su formación, pero consiguió recuperarse y con la idea de que cogiese experiencia en la élite y sumara minutos en un equipo de Ligue 1, el Montpellier le cedio la campaña pasada al Arles Avignon, que no pudo conseguir la permanencia, pero que le sirvió al joven francés para disputar 17 encuentros, anotar 3 goles y regresar al Stade de la Mosson mucho más curtido. A comienzos de la temporada actual, Cabella no solía entrar en las alineaciones de René Girard, pero supo aprovechar su momento a la perfección cuando la estrella del equipo, Belhanda, tuvo que partir a la Copa África en Enero y el técnico del cuadro montpellerino echó mano del canterano. Desde enconces ha ido aumentando progresivamente su peso en el equipo, hasta el punto de convertirse en uno de los titulares habituales durante muchas jornadas, incluso tras la vuelta de Belhanda, erigiéndose en uno de los grandes hallazgos del curso actual. Ante su fulgurante aparición en el primer equipo, el Montpellier se ha andado rápido a la hora de atarlo de cara al futuro, renovando su contrato hasta el 2016. Rémy Cabella es un habitual en las convocatorias de la selección sub-21 francesa.

Con el dorsal número 20 a la espalda, hablar de Rémy Cabella significa referirse a uno de esos futbolistas de los que se espera que ocurran cosas diferentes, que pueden hacer cambiar el devenir de un partido cada vez que la pelota aterriza en sus botas. Se trata de un atacante diestro, de escasa presencia física, apenas 1, 71 metros de altura y 62 kg de peso, lo que le supone un hándicap considerable a la hora de enfrentarse en el cuerpo a cuerpo con los defensores rivales, donde pocas veces suele salir vencedor. Entre sus principales cualidades se encuentra la polivalencia, ya que puede desenvolverse en cualquier posición de la media punta, tanto de enganche por detrás de un '9' referencia, como escorado a cualquiera de las dos bandas, donde es más habitual verle en el Montpellier. Dotado de una enorme velocidad y tremendamente explosivo en todas sus acciones, es muy móvil y le gusta moverse con libertad por todo el frente de ataque. Es frecuente que tenga un alto grado de participación en el juego, ofreciéndose constantemente y con muy buena capacidad para asociarse. Técnicamente notable y con una gran conducción de balón en carrera, debe mejorar en el uno contra uno y en la elección en muchas ocasiones de la mejor opción. Su buen golpeo a la pelota hace que sea uno de los principales encargados de su equipo en ejecutar las jugadas a balón parado. En un esquema como el que utiliza Girard, con tres medias puntas por detrás del delantero, es esencial la habilidad combinativa, y eso Cabella lo ha demostrado, haciendo gala también de su talento, tanto para asistir como para ver portería con relativa frecuencia, como muestran sus cifras, anotando 3 goles en 24 encuentros, en los que tan solo en la mitad de ellos ha partido como titular. Sin dudas, al igual que muchos de sus compañeros y que el club para el que juega, Rémy Cabella es un valor en auge, que se encuentra en constante crecimiento y cuya inmensa calidad podremos saborear en la próxima edición de la Champions League, de momento en las filas del club que le ha dado la oportunidad de destaparse en la élite, pero quién sabe si en un período de tiempo no demasiado lejano, lo hace vistiendo una camiseta de mayor relevancia en el panorama futbolístico.

jueves, 19 de abril de 2012

Adam Maher

La mayoría, por no decir todas las grandes ligas de Europa, se encuentran en su punto más álgido y prácticamente en ningún gran campeonato está ni mucho menos decidido quién será el que se lleve el título. En algunos países, como es el caso de Holanda, hay un buen puñado de equipos en un ramillete de puntos muy escaso, lo que significa que tendremos emoción a raudales hasta el final. Centrándonos en el campeonato tulipán, hay que decir que la clasificación ha sufrido un vuelco importantísimo, ya que si parecía que la lucha por el primer puesto se iba a monopolizar entre el PSV y el AZ, que practicamente se han ido alternando el liderato durante la mayor parte de la campaña, la crisis de juego y resultados de los de Eindhoven, que incluso han supuesto la marcha del banquillo del técnico Fredy Rutten y la llegada del ex-barcelonista Cocú, han hecho que para los del Philips Stadion el título sea casi una quimera. En el caso de los de Alkmaar también se puede decir que han sufrido un profundo bache, más de resultados que de juego, que le han llevado a estar ahora a seis puntos del líder, un Ajax que a principios de temporada tuvo graves problemas deportivos e institucionales y que ahora ve como tiene a tiro su segundo título consecutivo. Pero siguiendo con el AZ, hay que decir que independientemente de su desenlace, la temporada ha sido todo un éxito para el equipo dirigido por Gert Jant Verbeek, que además de estar encaramados en lo más alto durante gran parte del campeonato, nos han dejado un juego muy ofensivo y varios jugadores que se han ganado ser seguidos con lupa por clubes de las ligas de mayor renombre, como son los casos del ariete Jozy Altidore, que por fin empieza a confirmar todo lo que prometía desde muy temprana edad, el talentoso Roy Beerens, el centrocampista Rasmus Elm, o una de las grandes sensaciones de esta Eredivisie 2011-2012, que no es otro que Adam Maher, 18 años (20 de Julio de 1993, Ait Izou, Marruecos), quizás la perla de mayor futuro de la escuadra de Alkmaar.

Pese a nacer en Marruecos, Adam Maher se trasladó a Holanda a muy temprana edad, por lo que posee la doble nacionalidad y ha decidido representar a la selección tulipana, al menos en categorías inferiores. Su andadura en el mundo del balompié comenzó en el modesto SV Diemen, para posteriormente pasar al AVV Zeburgia. Tenía 11 años y los 'cazatalentos' del AZ Alkmaar pusieron en el sus ojos con el fin de incoporarlo a los escalafones inferiores del club, en los cuales se ha ido formando y ascendiendo por cada uno de los equipos, dando buena muestra de poseer un futuro más que prometedor. Su debut con el primer equipo del AZ llegó a finales de 2010, en un encuentro de Europa League que enfrentó a los holandeses ante el Bate Borisov, donde no necesitó demasiado tiempo para anotar su primer gol en categoría profesional. De ahí al final de temporada tuvo algunos minutos más, aunque sin demasiado protagonismo, todo el que si está teniendo en la actual, en la que desde el principio se ha erigido como uno de los hombres claves para el técnico Jant Verbeek, ganándose un puesto como titular en numerosos encuentros, tanto en la competición doméstica como en la Europa League. Pero no solo en su club ha ido demostrando todo el potencial que lleva dentro, también ha sido un fijo en las categorías menores de la selección “orange”, siendo internacional sub-17, sub-19 y actualmente todo un fijo con la sub-21, demostrando una vez más la rapidez con la que va escalando peldaños en su progresión.

Adam Maher es un centrocampista de perfil netamente ofensivo, que suele jugar en un sistema de 4-3-3 por delante de dos mediocentros, aunque también puede caer escorado a cualquiera de los dos costados. Diestro, no muy alto y con gran dinamismo, suele tener total libertad de movimientos en la zona de tres cuartos, aunque ello no le es óbice para ayudar en el mediocampo en tareas de contención. Dotado de muy buen nivel técnico y con un notable manejo de la pelota, pese a no tener demasiada corpulencia protege el balón de forma sensacional, siendo realmente complicado arrebatárselo. Seguro en el pase, le gusta combinar con pocos toques. Quizás la faceta en la que más debe mejorar es la de su regularidad, ya que desaparece muchísimo durante los encuentros y apenas suele participar en la elaboración del juego de su equipo. Tiene un buen golpeo de balón desde media distancia, el cual no duda en ejecutar cada vez que encuentra la ocasión. Su juego se ilumina conforme se acerca al área rival, de hecho una de sus grandes virtudes es su capacidad para llegar por sorpresa desde segunda línea, poseyendo una gran clarividencia para asociarse en los últimos metros con los delanteros y una habilidad especial para ver puerta, como así demuestran sus 5 goles en liga, 3 en Copa y otros tantos en Europa League. Su talento, progresión y facilidad para hacer gol no han pasado desapercibido para los ojeadores de los equipos más potentes de Europa, y los rumores sobre el interés de clubes como el Barcelona, el Arsenal o el Manchester City ya se han disparado, aunque de momento el joven Maher solo se centra en ayudar a repetir el título liguero conseguido por su club en 2009.